martes, diciembre 19, 2006
El tren de los momentos
Un tren se acerca. Respira por sus boquetes de humo y comienza ruidosa su marcha, dibujando un camino marcado por las vías, va en una dirección, irremediablemente con un destino final. Lo más bello, su recorrido y lo que ocurre en él. El tren de los momentos. El viaje de la vida.
EL TREN DE LOS MOMENTOS representa el arte de vivir, la vida en movimiento, sus gentes y sus momentos.
En un mundo donde la gente sólo se transporta, el tren de los momentos te invita a viajar. Un recorrido con la vista, el pensamiento, con las ganas y la osadía, con el cuerpo y el corazón.
Cruzamos el paisaje de nuestra vida dividiendo el tiempo y el espacio en dos realidades divergentes.Una más estática, lineal, más cotidiana, llena de obligaciones, y otra descansa en la trepidante realidad de los momentos únicos y eternos. Momentos que a veces se adivinan y otras veces nos sorprenden.
En ocasiones y ante un vacilo nuestro pasan desapercibidos, se desangran intactos sin apenas rozar el aire, alejándose en silencio.
Sin embargo en ocasiones el momento se presenta como un relámpago vital, donde subiendo el volumen de la realidad se hace más intenso el presente, iluminando palabras como “ahora” “en este momento” “en este punto exacto”... sin ánimo de anticipar nada, simplemente el instante se convierte en pinchazo punzante, marcando para siempre la planta de los pies.
El tren de los momentos está lleno de historias, tan mágicas como reales. Cada uno y todos los que habitan sus vagones son protagonistas de cada instante individual y colectivo. Todos ellos, cargados con su equipaje comparten encuentros, despedidas, sonrisas, gritos, miradas, llantos, soledad, besos, peleitas, decepciones, vergüenza, caricias, y sueños.
Hay un momento para pararse, para perdonar, hay un momento para preguntarse, hay un momento para olvidar, y hay un momento para volver a creer. El primer beso sólo tiene un momento, ese momento concreto, así como la primera mirada, la primera despedida, o el primer amor...
El tren se detiene en la estación… suena una última llamada… A LA PRIMERA PERSONA...
Somos lo que hemos ganado y también somos lo que hemos perdido. En nuestro viaje vamos encontrando y vamos extraviando.
A LA PRIMERA PERSONA es una petición de verdad, de luz, de esperanza.
La vida puede convertirse en una sucesión de emociones excesivas, del entusiasmo más sublime, sin transición a la pobre y estéril desilusión.
Todo lo grande, también se desgasta. Los grandes momentos, las personas importantes...todo se deteriora, termina por romperse, por desvanecerse o simplemente desaparece sin más...
Las gotas frías de la vida, se presentan como una amenaza para nuestros valores mojando tímidamente a su paso momentos del pasado.
El amanecer me encuentra despierto... Ante mí, la soledad, y alrededor, el silencio. Me asaltan las dudas, el miedo me atraviesa y necesito volver a encontrar sentido a la fe, al amor. Volver a encontrar aquellos gestos ciertos, esas miradas limpias y sin complejos, las verdaderas palabras transparentes cargadas de confianza.
Y busco…. y espero.... ese momento donde arder juntos de nuevo en la hoguera de piel y sentimientos.
Pido encontrar a las personas y los lugares donde entregarme a la felicidad de vaciar mis preciadas mercancías.Donde la fe se agota en medio de tanta desilusión amorosa, uno siempre mantiene la vida de sentir.
Es tarde, pero aún queda noche hasta llegar a mi parada… El movimiento del tren mece mis pensamientos…y frente a frente converso conmigo, con mi propia Alma… el temblor me arranca una frase: SE LO DICES TÚ…
Copiado de http://www.alejandrosanz.com/
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Quijo!! Me pareció que te deje un post el otro día pero se ve que no se grabó porque no tá. Te deseo una FELIZ NAVIDAD y un GENIAL AÑO NUEVO!! Un besazo
ResponderEliminarHolaaaaaa wapaaa!!!
ResponderEliminarFelices fiestas!!!! pasalo muuu bien!! y sobre todo Feliz Año nuevo!!! Espero que todoo te vaya muy bien en el 2007 ;) UN besazo!!