Te vi,
estabas frente a mi,
el semáforo en rojo,
tú y yo
mirándonos de lejos,
sin creerlo,
deseándolo.
Semáforo en verde,
cruzamos,
nos sonreímos,
y seguimos caminando.
Cada uno,
en su camino,
alejándonos de lo que nos
gritaba el corazón,
volviendo a hacer caso
a la razón.