lunes, mayo 25, 2020

El falso optimista

El falso optimista
te acoge con sus
optimistas proclamas
como recién salido
de un manual de autoayuda.

El falso optimista
evangeliza con sus optimistas
mensajes llenos de
"todo irá bien",
"esto es una gran oportunidad para ti",
"ahora es el momento de hacer lo que realmente quieres".

El falso optimista
te prepara un menú a
base de falsa empatía,
condescendencia
y mucha sabiduría.

Te cuenta que él ya ha
pasado por ahí,
que esto te hará más fuerte,
y como extra de postre
te regalará un
vídeo motivador.

De esos en los que no hablan
de ERTES, de vidas paradas,
de incertidumbre,
hambre y miedo.

El falso optimista
no tiene maldad.
Repite las proclamas
que le han enseñado en
vídeos de Youtube y gurús
de motivación.

El falso optimista
me da mucha ternura,
lo intenta hacer por (su) tu bien.

Así esta noche podrá
irse a dormir algo mejor
creyendo que ha logrado
captarte en su
secta de falsos optimistas.

Pensarás que tengo
un problema con el
optimismo.

No tengo ninguno,
pero, a veces, es necesario
caer,
cabrearte,
mostrarte crítico,
llorar...
y no pasa nada.

Nos han educado en un mundo
en el que cualquiera de estos
sentimientos lleva una connotación negativa,
en el que no nos permitimos sentir.

Un mundo en el que nos
enfundamos las caretas,
olvidando que, a veces,
es necesario gritar,
maldecir a quien te hace mal...
para mañana
volver a empezar.


lunes, mayo 18, 2020

Felitencia

Hoy, por fin, te he conocido.
Desde que llegaste hace 6 días
no había podido darte la
bienvenida,
¡y no sabes las ganas que tenía!

Ver tu cara, tus ojos, tus manos...
¡Por fin estás aquí!

Has llegado en un momento
un poco peculiar,
te prometo que hace unos meses
el mundo no era así,
pero has llegado en
mitad de una pandemia.
¿Quién nos lo iba a decir?

Cuando tu madre nos llamó
para decirnos que ya estabas aquí,
y te vi a través de
una pantalla de móvil...
¡Qué extraña sensación!

La felicidad de que
ya estabas aquí,
el saber que todo
había ido bien,
y la tristeza de no poder
salir corriendo a abrazarte,
a cogerte entre mis brazos...

Hoy, por fin, te he conocido,
en la puerta del hospital
a dos metros de distancia
y con mascarillas.

Ver tu carita,
tus ojitos cerrados,
¡tan pequeñito! ¡tan frágil
y tan valiente!

La felicidad y la impotencia
deben tener una palabra
para poder definirlas...
FELITENCIA.

La felicidad de conocerte
y la impotencia de no poder
tocarte,
ni tan siquiera
acercarme.

Una agridulce sensación
y rara...muy rara.

Está claro que no tenía que
ser así,
pero hay cosas que no
podemos elegir.

Ahora, solo queda darte mi
amor en la distancia,
aprender y poner en práctica
(que es la mejor forma de aprender)
que, en situaciones así,
el mayor amor se
demuestra manteniendo
a salvo a los que más quieres,
que se puede estar cerca
a dos metros de distancia.

Ahora solo queda esperar
a que se vaya esta felitencia.

Ahora solo queda esperar...

Tu tía, que te quiere.
¡Bienvenido, al mundo!


lunes, mayo 11, 2020

Eterna espera

En esta eterna espera
el reloj se hace más pesado,
el viernes se ha tomado vacaciones
y el mar se ha ido de viaje.

En esta eterna espera
que nos ha unido,
nos han puesto a huelga
de abrazos,
nos han pegado la tristeza
y el miedo
y la muerte nos ha rodeado.

En esta eterna espera
en la que todos estamos,
el reloj se ha pausado,
y no hay forma
de que vuelva a circular.

En esta eterna espera
a la han lanzado
a víctimas a una guerra
a la que no hay elegido ir.

Nos quedamos parados,
esperando a que todo pase,
pero no pasa,
pero sigue el miedo,
pero sigue la muerte.

Y solo queremos que se vaya,
y solo queremos descansar,
abrazar y volver a
ver el mar.

viernes, mayo 08, 2020

Valiente

Voy
Amarme siempre.
Lamerme las heridas.
Imaginar otra galaxia.
Ejecutar al miserable.
Nadar en el vacío.
Tocarme lento.
Erizarme el alma.

miércoles, mayo 06, 2020

Alegría

Alegría,
te estamos esperando.
¿Por qué tardas
tanto en llegar?
Deja ya de resistirte,
y aparece de una vez.

Nos tienes a todos esperando
y nos estás impacientando.

Alegría,
tenemos todo preparado.
Queremos celebrarlo.

lunes, mayo 04, 2020

La vida que fue

Pienso tanto en ti
imagino que estarás haciendo
con la TV puesta
intentando buscar un canal
que, al menos, te haga sonreír
y olvidar, por unos instantes,
todo este dolor.

Te imagino tejiendo
y hablando por teléfono,
saliendo al balcón
como cada día,
a las 20:00 de la tarde,
aunque tu balcón dé a una montaña
por donde ya no pasa nadie.

Te imagino andando 
por el pasillo,
lentamente,
deseando que todo esto 
pase rápido,
que todo esto acabe ya.

Tú, con 90 años, recién cumplidos
tampoco hubieras imaginado
que algo así pasaría,
que nos separarían
de nuestros encuentros diarios
a la hora de comer,
de las tardes de paseo,
de los cafés en cafeterías
donde no te hacen el café
lo suficientemente caliente,
como a ti te gusta.

Paro mi mente, 
vuelvo a descolgar el teléfono
por quinta vez en el día,
escucho tu voz, 
respiro aliviada.