
El caso es que mi nexo de unión con una misma ciudad está pasando a ser más de una simple anécdota para convertirse en un chiste de muy mal gusto. Y yo, que siempre he tenido muy buen humor, me río de mi misma y apuesto a cuándo volverá a suceder, (mientras no deja de pasar), y el destino, cachondo como él solo, me vuelve a poner la misma situación: otra persona, misma ciudad de destino, ....mismo ciudad de origen. Historia con principio y final de un sólo día.
Así que, aquí me quedo, con sonrisas en salvapantallas y msg sinsentido, que cada vez tardan más en llegar, poca iniciativa ( o demasiada de mi parte) y a esperar....y así hasta volver a empezar y caer otra vez, sin comerlo ni beberlo, sin buscarlo...como la crónica de algo ya anunciado, donde todo el mundo sabe lo que va a suceder, menos la protagonista.
Me quedo con tu sonrisa en mi salvapantallas, con tu voz pegada a mi oído, tus letras en una pantalla de móvil....y el resto, me lo como con patatas fritas.
"(...)por los besos que aún nos quedan en la boca,
por los miles de homenajes que nos dimos,
por nadar y no guardar nunca la ropa,
por los dedos juguetones del destino,
porque fuimos lo que fuimos (...)".
Jorge Drexler