Tenía ganas locas de comerme el mundo. Deseaba volver a reír, con ganas, quedarme sin fuerzas, sin respiración...Amarte con las entrañas, con el estómago, follarte hasta el alma...
Respirar hondamente y salir a caminar, con la sonrisa de una idiota a la que ya no le importa nada, con la mochila completamente vacía, para llenarla de nuevo, llenarla de ti, de tus sonrisas y miradas...Cargada de sueños y nuevas esperanzas...
Y yo no sé que sucede, y yo ya no entiendo que pasa...tan sólo quería comerte hasta el alma.
yo ya no entiendo porque ya no me quiere..
ResponderEliminarsi eramos felices..
tampoco lo entiendo...
ResponderEliminarEs el momento de cambiar de planes. Los peces grandes se comen a los pequeños.
ResponderEliminar