Cuando el dinero
te perdió
se te calló la
máscara,
que no la mascarilla.
Cuando lo primero que
pensaste fue en salir
corriendo y dejar a tu
gente tirada,
se evidenció
lo que eres,
lo que siempre
has sido.
Cuando, en vez de
agradecer,
sacaste el dedo
acusador,
tu alma se pudrió,
un poco más.
Cuando trajiste el chantaje
junto al miedo debajo del brazo,
cuando los pelotas
se acogieron al miedo,
a tu chantaje y
dejaron su bondad a
un lado...
ese día, os unisteis
ese día, os delatasteis
ese día, supe que allí,
ya no pintaba nada.
me encantas eres tierna y dulce cuando escribes
ResponderEliminarsaludos desde el calor de Miami
Muchas gracias.
EliminarUn fuerte abrazo! :)
Clara, dura, rotunda, al pan pan y al vino vino. Hay que alejarse de las hienas.
ResponderEliminar:))
Cuanto más lejos, mejor. :)
EliminarUn abrazo!
El dinero, siempre el dinero. Saludos
ResponderEliminarPoderoso Don Dinero.
EliminarUn abrazo, Antorelo! :)
Siempre hay un detonante que deja ver a las personas tal como son.
ResponderEliminarSAludos
Cierto, y después ya es muy difícil volver a verles como antes.
EliminarUn abrazo, Manuela.
Parece que de buena te libraste.
ResponderEliminarAunque doliera en su momento es para celebrarlo.
Besos.
Duele, pero es necesario.
EliminarUn abrazo, Toro!
Se calló, en cuanto cayó en cuenta de que todo estaba perdido.
ResponderEliminarBesos.
Cuando queda poco por hacer...
EliminarUn abrazo!
Pues estaba todo perdido como dice Alfred...
ResponderEliminarBuena entrada...
Besos al alma y feliz viernes.
Muchas gracias, Paula.
EliminarUn abrazo!
De gente toxica está el mundo lleno.
ResponderEliminarAbrazos.
Demasiado...
EliminarUn abrazo! :)
Muy bien hecho!, bravo!
ResponderEliminarUn beso
Gracias Carmela. En esas estamos.
EliminarUn abrazo! :)
La naturaleza de las personas se puso en evidencia, en este trance. No todo mundo sacó lo mejor.
ResponderEliminarExcelente manera de puntualizarlo, mi vecina de calle bloguera.
Un gran abrazo. :)
Muchas gracias, Sara. Ojala hubiese sacado algo mejor de cada uno.
EliminarUn abrazo!
Me da la sensación de que hablas de algo y alguien concreto (no sé por qué pensé en un trabajo, pero podría ser cualquier otra situación). Sin embargo, creo que tu poema puede generalizarse para un tipo de gente que, lamentablemente, tiene bastante poder sobre todos nosotros.
ResponderEliminarViene bien la poesía para sacar la rabia también
Besos
Lo bueno de la poesía (y de casi cualquier texto) es que puedes hablar de una cosa concreta y al mismo tiempo de muchas otras. Además, viene genial para descargar la rabia. jeje.
EliminarUn beso, Alís!
En los momentos difíciles, a algunos se les cae la máscara y vemos de qué están hechos realmente.
ResponderEliminarAbrazos.
Se les cae por completo, aunque tampoco sorprende mucho...
EliminarUn abrazo, Patricia. :)
La naturaleza del hombre se corrompe con dinero, sera por eso que dicen que toso tenemos un precio.
ResponderEliminarBesos Meli.
Sí, solo que algunos se venden por muy poco.
EliminarUn abrazo Bella! ;)
Ayyy cuántos de esos/as.
ResponderEliminarBesicos muchos.
Demasiados. :)
EliminarUn abrazo!
El ser humano
ResponderEliminarraza caída y podrida.
Cada vez más caída y podrida...
EliminarUn abrazo!
Vaya, yo ya no albergaba muchas esperanzas cuando se decía eso de que saldríamos mejores. A veces me gustaría ser más optimista.
ResponderEliminarSes, la verdad es que yo tampoco tenía muchas...ojala me hubiese equivocado.
EliminarUn abrazo!
Olvídate de esa gente, la penitencia de cada uno es ser como es.
ResponderEliminarUn beso
Me ha gustado eso. La penitencia de cada uno es ser como es.
EliminarUn abrazo!
Uh qué problema no?
ResponderEliminarPero hay que seguir adelante.
Te cuento Meli que como no tengo mucho tiempo he abierto un blog de poemas breves, Micro poesía sensual es su nombre y espero contar contigo allí, si gustas claro, besazos al alma amiga.
Siempre hacia adelante! :)
EliminarMe paso por tu nuevo espacio, Paula. ¡Muchas gracias por avisar! ;) ¡Un abrazo!