miércoles, enero 28, 2009

Pasividad

Lo más inofensivo es lo que más daño hace en la vida. Lo que no te esperas que te hará daño es lo que más daño acaba haciéndote. La indiferencia. Mantenerse al margen. La pasividad. Quién me habría dicho que ellas me llevarían al abismo donde me encuentro.

Indiferencia. No hacer nada y hacer todo. Hablar en silencio. Aparentar que ya te da todo igual, que no tienes ganas de luchar, que él ya no te importa y qué en realidad nunca te importó tanto. Mentiras.

Mantenerse al margen. Poner distancia, rendirse, alejarse, huir de todo, huir de él, de sus mentiras, de tus lágrimas y tus miedos. Alejarte de lo que pudo ser y no fue. Creer que quieres olvidar. Más mentiras.

Pasividad. Silencio. Callar por no saber cómo decir lo que se sientes. Callar por miedo. Callar por saber que al otro lado sólo hay eso: Hueco. Vacío. Nada. Estar sin estar. Dejar que el otro lo haga todo, que el otro se dé, se esfuerce, sonría por dos...y también lloré...por qué no.

Mentir, mentirse, hacer creer que sigues creyendo lo que escuchas. Autoconvercerte de que si ya no quiere escucharte, será mejor que no lo haga, que es él quién se lo pierde y no tú...
El problema es que no te lo crees porque nunca creíste en ti, porque nunca fuiste indiferente, pasiva...y mucho menos te mantuviste al margen de nada ni de nadie...y menos de él. Aunque él ni se lo imagine...y quizá ya ni le importe. Ya se sabe, lo más inofensivo es lo que más daño hace en la vida...

" (...) se llama al juego en que un par de ciegos, juegan a hacerse daño"

24 comentarios:

  1. Cobardía.Estar sentada en el sofá sin los cojones suficientes de ponerte a VIVIR.

    ResponderEliminar
  2. Creo que sé de lo que hablas Quijo.

    No hay arma más poderosa que la indiferencia y para el que es activo y cree que hay que enfrentarse a las cosas sean las que sean encontrarse con la barrera de la indiferencia es muy destructivo.

    El que no reconoce esto es que aún no lo ha vivido, afortunadamente.
    Pero siempre hay un momento a lo largo de la vida en que se da y es ahí cuando se puede llegar a enteder la punzada.

    Besos! :)

    ResponderEliminar
  3. Echemos un cigarro y cuéntame
    qué se siente al descubrir
    que la inocencia y la valentía van de la mano,
    que la indiferencia es el arma más fuerte,
    que la belleza mueve a los Oniros.
    Todo eso me lo contó mi hijo. O yo a él, quilosá.
    Un (b)eso televisivo

    ResponderEliminar
  4. Llegamos muchas veces a autoconvencernos que algo no nos importa, a autoconvencernos que lo mejor es marcharse lejos, a autoconvencernos que no vale la pena seguir intentandolo porque todo esta ya perdido...pero todos estos autoconvencimientos son fruto de nuestro miedo, siempre tan presente. Para bien o para mal, suele ser mejor poner las cartas sobre la mesa...con un poco de suerte ganas, y si pierdes almenos podras empezar a olvidar realmente...pero por mucho que te diga, te debo confesar que a mi el miedo siempre me paraliza...
    Besos!

    ResponderEliminar
  5. A veces nos mentimos sin saberlo, a veces, tal vez, no lo sé, todo sea producto de algún extraño e inconsciente mecanismo de autodefensa... pero, que a mi modo de ver, sólo nos guarda el daño una temporadita, y luego nos lo arroja a la cara, y con intereses.

    Como ha dicho mi admirada "Someone exactly like you...", hacen falta cojones para ponerse a VIVIR. Pero, por favor, que alguien me diga dónde dejé los míos... porque llevo una temporada que no vivo, o, más bien, que siento la vida como una pesada carga.

    Besos y ánimo!!!

    ResponderEliminar
  6. No hay que mentirse, hay que ver la realidad con los ojos bien abierto y enfrentarse a ello.

    ResponderEliminar
  7. ¡Qué verdades más dolorosas!
    Nos pasamos la vida siendo indiferentes y pidiendo que no lo sean con nosotros. ¿No es un poco hipócrita?
    Muchas gracias por leerme (y comentar ;D).
    Carlos

    ResponderEliminar
  8. Someone, si...creo que últimamente he dejado los cojones debajo del sofá...y ahora no sé por dónde andan...

    Miguel,si....la indiferencia, la pasividad son unas de las armas más dañinas, sobretodo vistas desde el otro lado...Un beso!!!

    Ego,cuando quieras nos echamos ese cigarro y te cuento lo que he descubierto. Un (b)eso tv para ti.

    Agua, si lo mejor siempre es poner las cartas sobre la mesa y atreverte a dar el paso y ser claro, pero creo que he perdido mis cojones por algún lugar del sofá... Un abrazo enorme!

    Mario,¿mecanismo de autodefensa?...si es muy probable que eso tenga mucho que ver.y si hace falta tenerlos muy bien puestos para seguir, la vida no es para cobardes, así que habrá que seguir, sea como sea. Un abrazo muy grande y ánimo para ti tb!

    Tuita,no hay que mentirse, ni quedarse parado por demasiado tiempo, sólo lo justo para comprender y poder continuar. Un abrazo!

    Carlos,como dice un dicho "no hagas con los demás lo que no quieres que hagan contigo", y si...duele, verdades que duelen...Gracias a ti!

    ResponderEliminar
  9. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  10. La verdad es que hay que tener muchos cojones para sentarte en el sofá y no pegarte un tiro cuando descubres que hace mucho que no te atreves a vivir. (mucho tiempo. Desde mucho antes de sentarte en el sofá)
    Saludos

    ResponderEliminar
  11. Felipe, si...hace falta eso, y mucho más, pero por suerte, siempre se está a tiempo, aunque sea sólo para empezar a reaccionar de una vez. Saludos!!

    ResponderEliminar
  12. Hoy quiero ser cobarde. Pero no me sale.
    Hoy estoy triste y solo una persona me consolaría. No con caricias ni besos, no quiero eso porque se que no quiere eso.
    Solo un abrazo y una demostracion de no indiferencia, de no pasividad, de no dejarme a un margen.
    Gracias por visitarme.
    Ya somos dos egos por aquí.
    un saludo

    ResponderEliminar
  13. Ego, sí...a veces, un sólo abrazo bastaría para acabar con toda la tristeza que llevamos dentro, un sólo abrazo de esa persona, un sólo día donde no exista más esa pasividad que va acabando con toda esperanza de continuar. Gracias a ti, bienvenido 2Ego. Un abrazo ( aunque no sea de esa persona)*

    ResponderEliminar
  14. No te imaginas cuánto me identifico con esto. Realmente ver la indiferencia en los demás acaba haciéndote comprender que nada de lo que tú haces por ellos merece la pena.
    Un beso!

    ResponderEliminar
  15. iReYaNiL, si la impotencia de saber que da igual lo que hagas o digas porque al otro lado, ni siquiera se encuentra el silencio. Espero que con el tiempo el silencio se haga ruido, y por lo menos haya algo más que vacío. Un beso enorme!

    Alba, ójala no la tuviera...Un abrazo!

    ResponderEliminar
  16. Anónimo7:13 p. m.

    Encuentro sentido a todo lo que dices. Me gusta mucho leerte.
    Un abrazo, enorme

    ResponderEliminar
  17. Damián, muchas gracias. Me alegra mucho saberlo! Un abrazo!

    ResponderEliminar
  18. Gracias por encontrarme, por haber encontrado el camino hacia el faro.
    Si quieres...también es el tuyo. Aquí todos son bienvenidos!
    Alicante es la ciudad del viento?
    Un beso gigante de una alicantina;)

    ResponderEliminar
  19. Narkia, gracias a ti por guiarme en ese camino hacia el faro. Será un placer pasar largas temporadas en él. Otro beso enorme de otra alicantina!

    Rodolfo,muchas gracias! Un abrazo bien grande!

    ResponderEliminar
  20. La pasividad, utilizada como escudo para evitar enfrentar... Mas valiente es dar a conocer nuestras ideas, aunque se generen discordias imprevistas sin soluciones a la vista...

    ResponderEliminar
  21. Ki,pasividad como escudo...para protegernos...lo más valiente es asumir lo que sentimos y afrontarlo, aunque..no salga bien, aunque se piense diferente. Gracias :)
    Un beso!!

    ResponderEliminar