Mi cabeza da vueltas, y no se me ocurre nada que contar, quizá sea eso,..ya no queda nada que decir, o quizá, queden tantas cosas...que no sé por donde empezar.
Papel en blanco, miedo terrible al vacío, al no saber cómo contar las imágenes que aparecen en mi pequeña y loca cabeza, y se vuelven a marchar, como si este no fuera su lugar, como si no pudieran quedarse a descansar.
Parece que ya no hay forma de que se lleve el dolor, ya no hay forma de sacarle de paseo, ni de arrancarle una sonrisa. La hoja en blanco es más fuerte que todo lo que pueda llevar dentro, y desde dentro me grita que nadie volverá a manchar su lisa y suave piel.
Por hoy, y sólo por hoy le daré una tregua, un descanso...mañana yo ganaré la batalla y ya no habrá más hojas en blanco.
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